Creemos en un mundo distinto, donde estemos preocupados por el bienestar de nuestro hermano, sin quejarnos tanto, ni mirar desde nuestro ombligo la realidad que nos toca vivir. No queremos dar de lo que nos sobra, sino que queremos darnos. Decía la Madre Teresa: "Hay que amar hasta que duela". Esta es nuestra propuesta, esta es nuestra invitación para que podamos cada vez más encontrarle un sentido a nuestra vida sabiendo que Dios nos puso en este mundo para los demás.